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martes, 20 de marzo de 2018


“Soñadoras de la calle”


“¿Es sucio el sexo? Solo cuando se hace bien”.
                                                                               Woody Allen.
La prostitución, es uno de los trabajos más criticado a nivel mundial desde siempre. Incomprendido y lleno de prejuicios, siquiera mencionar la palabra ya genera en muchas personas una reacción evasiva. Pero realmente no hemos sido empáticos por un momento y pensar en esas mujeres, que como cualquier otra son iguales, también piensan, también aman, también sufren día a día, sufren acoso a pesar de que la actividad que realizan está para eso. Son usadas y maltratadas, etiquetadas como “prostitutas”. Juzgamos al sólo verlas y no pensamos en lo que realmente puede suceder, las necesidades a las que se enfrentan por la falta de oportunidades que en este país principalmente se viven, la falta de trabajo, la experiencia como requisito importante, la escolaridad que por motivos económicos y familiares no logró darse. Por estos o incluso más motivos hoy día se ven obligadas a estar en lugares concurridos del centro, luchando por salir adelante porque quizá tienen hijos pequeños o estudiando, a los cuales no quieren que les pase lo mismo que a ellas y que tengan que padecer las mismas necesidades. Si algo está claro es que no lo hacen por gusto, más de una puede afirmarlo. Estas mujeres son muy fuertes, a pesar de todo lo que tienen que vivir día a día en el devenir de las calles, siguen ahí largas horas esperando a que finalmente alguien llegue. Fingen una sonrisa, el enamoramiento no existe para ellas y no existirá, ellas no tuvieron la suerte de tener una vida plena y feliz como cualquier otra mujer que tiene la dicha de tener una familia, un hogar, sentir un abrazo o un beso de su madre, ejercer una profesión en la que ganes un buen ingreso y puedas salir libremente por las calles sin que la gente por sus prejuicios y con sus miradas te cataloguen de una manera y te miren como si pusieras en vergüenza a todas las mujeres  y los niños te miren como extraña por la forma en la que vistes y pareces tener perspectiva de la vida. Infortunadamente para ellas la vida no pudo ser así, sin embargo como cualquier otra mujer no pueden quedarse ahí, lamentándose por lo que no pasó y esperando a que las cosas lleguen solas, a que todo mejore, todas y cada una deben seguir  su camino, su vida y como mujeres sabias que son, deben continuar el viaje cada día con una sonrisa, cada tarde con una esperanza y  cada noche con un sueño aunque por un momento parezcan estar rotos, recuperar esas fuerzas que las hacen seguir todos los días pensando en que algún día las cosas mejorarán. Es probable que la sociedad nunca cambie su actitud despectiva hacia ellas, que las oportunidades y los desafíos lleguen de manera desigual, pero a pesar de eso, la responsabilidad es tuya, la vida es tuya y aunque cueste aceptarlo los problemas son nuestros y cada quien decide cómo resolverlos, nadie tomará tu lugar y lo hará por ti. Es por ello que todo ocurre por algo, uno no siempre lo entiende y tenemos que sufrir, finalmente a pesar de las adversidades y por causa de estas, todo esto se convierte en una enseñanza. Si tú eres una de estas mujeres, fuerte, capaz y valiente que ha tenido que ser juzgada por las otras personas que no aceptan la forma de vivir, en especial la tuya y la critican, sonríe porque cada error, cada kilómetro, cada esquina, cada noche diste y estarás dando lo mejor de ti por ganar un poco de lo que te ayudará a ser mejor, haz lo tuyo y recuerda siempre, el destino lo construyes tú. A pesar de las críticas, a pesar de las desilusiones, a pesar del cansancio. ¡Eres mujer! 

                                       Guzmán García Valentina Valeria 2°-"4"  T/V

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